-La tecnología de micro‑boquillas genera hasta 200 % más presión y permite un ahorro de hasta 30 % en consumo de agua respecto a duchas tradicionales.
-Emiten iones negativos, que ayudan a neutralizar cloro, reducir metales pesados y óxido, mejorando la calidad del agua que llega a la piel y el cabello.
-Ayudan a filtrar impurezas como residuos de cloro y toxinas químicas del agua.
-Las piedras se reemplazan usualmente entre 6 y 12 meses, según la calidad del agua y frecuencia de uso, para mantener su efectividad.